Estás enseñando libertad, pero vives atrapado en el 1:1

Hay algo que no se dice en voz alta, pero se siente.
Sobre todo cuando estás enseñando algo que, en teoría, también es para ti.

Acompañas a personas a cuidarse.
A ordenar sus prioridades.
A vivir con más calma, más presencia, más libertad.
Y tú…
saltando de sesión en sesión,
apagando fuegos,
con una agenda que no deja espacio ni para parar a pensar.

Y no es incoherencia.
Es estructura.

Porque sabes lo que haces.
Y lo haces bien.
Pero tu modelo de negocio sigue girando en torno a tu tiempo, tu energía, tu presencia constante.

Y ahí es donde aparece la contradicción que duele.
Esa sensación de estar enseñando algo que no puedes aplicar del todo.
De hablar de expansión mientras tú te sientes cada vez más limitado.

A veces, eso no se soluciona con más organización.
Ni con “poner límites”.
Se soluciona creando una nueva base.

Una formación digital bien pensada, por ejemplo, no es un atajo.
Es una forma de seguir acompañando, pero sin depender siempre de estar.

No sustituye lo que haces.
Lo complementa. Lo libera. Lo sostiene.

Y sobre todo, te permite volver a habitar lo que enseñas.
Con coherencia.
Con espacio.
Con dirección.

Feliz día.

Albert


(VÍDEO) ¿Está tu comunidad en redes sociales lista para comprarte una formación digital?

Descubre el simple – pero altamente eficaz – método para saber en menos de 24h qué quieren aprender de ti y cuánto estarían dispuestos a pagar por ello. Te lo cuento en un vídeo de 2 minutos:

Puedes darte de baja en cualquier momento. Ver Política de privacidad

Publicaciones Similares